Padre Orfeo
Morire è nulla; perderte è difficile.
Umberto Saba
Parecía que la noche comenzaba a celebrarse.
Sentía una palpitación de médanos,
el olor del salitre, el sol del mediodía
junto al muelle abandonado de fábulas
y gaviotas asombradas, inquietas.
Entonces fue cuando no supe de verdad
si estaba soñando
o era mi padre que llegaba
hasta mi desde el silencio.
Solamente su imagen
hacia flotar el viento sobre el mar.
Carlos Penelas
Mar de Ostende, enero de 2014
1 comments
Hermoso poema, como todos los de Carlos Penelas.
ResponderEliminarLo leo y me parece ver al poeta contemplando el paisaje marino con la vista fija en la frontera del mar y el cielo.
Marta S. Siciliano