Carlos Penelas visitó la ciudad de Punta Alta, en donde asistió a la imposición del nombre "Dr. René G. Favaloro" al Centro de Formación Laboral Nro. 1 de esa localidad bonaerense.
Los últimos títulos de Carlos Penelas (Álbum familiar, Poemas de Trieste, Poesía reunida y otros) estarán disponibles en el stand de Editorial Dunken (Pabellón Verde – Stand 823) en la 40º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se celebrará del 24 de abril al 12 de mayo de 2014.
sábado, abril 26, 2014
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El viernes 25 de abril Carlos Penelas dictará una conferencia, Literatura y sociedad, en el vestíbulo del Teatro Colón de la ciudad de Punta Alta, provincia de Buenos Aires.
Por la mañana, el escritor hablará en el Centro
de Formación Laboral de Educación Especial, Coronel de Marina Leonardo
Rosales. El acto se realizará a las 10:30
horas y en la ceremonia se impondrá el nombre Dr. René G. Favaloro.
jueves, abril 24, 2014
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El acto de imposición del nombre al servicio educativo ubicado en Rivadavia 316, será el próximo viernes desde las 10.30 horas.
El Centro de Formación Laboral Nro. 1 se llamará “René Favaloro” a partir del próximo viernes, cuando se lleve a cabo la imposición del nombre al edificio educativo ubicado en Rivadavia 316, durante una ceremonia que se iniciará a las 10.30.
Por otra parte, el programa de actividades alusivas, contempla una conferencia a cargo del escritor Carlos Penelas, sobre “Literatura y Sociedad”, desde las 19.30, en el hall del Teatro Colón.
Fuente: Punta Noticias
El Centro de Formación Laboral Nro. 1 se llamará “René Favaloro” a partir del próximo viernes, cuando se lleve a cabo la imposición del nombre al edificio educativo ubicado en Rivadavia 316, durante una ceremonia que se iniciará a las 10.30.
Por otra parte, el programa de actividades alusivas, contempla una conferencia a cargo del escritor Carlos Penelas, sobre “Literatura y Sociedad”, desde las 19.30, en el hall del Teatro Colón.
Fuente: Punta Noticias
jueves, abril 24, 2014
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La poesia ci offre l’illusione delle voci infantili; non la nostalgia indiscutibile che rappresenta tutto l’insieme dell’essere umano, bensì la permanenza dell’essere, la luce incantatrice che ipnotizza la solitudine della stanza. Per questo motivo conserviamo il fogliame, il ramo sensibile del vento, la vela bianca nella nebbia del mare. Il poeta si abbandona all’intuizione, alla contemplazione, allo spazio che scuote dal silenzio di una visione immobile. Crea il suo infinito dalla gioia segreta. Lo attornia l’infamia, la corruzione, la demenza allucinata dalla frustrazione, la sfacciataggine degli uomini incattiviti. La sua poetica, però, ci riporta in un universo chiaro, una convinzione intima che rende sensibile la parola, voci modellate da una mitologia del disordine.
A momenti si meraviglia nella”spersonalizzazione” del verso e parallelamente afferma la sua soggettività. Esilia il vuoto creando gli enigmi del poetico, concilia la libertà e il destino, il caso e la fedeltà. Cristallizza e trasgredisce l’amore, riscopre la metà di se stesso attraverso le contraddizioni, tra i frammenti del quotidiano. Offre la sua risposta attraverso la disperazione e la speranza. Stranamente ambiguo, integra la pienezza e il caso.
Senza ricompense future si sommerge nella rivelazione dei vincoli e degli affetti. Suggerisce un simbolismo sessuale nella donna desiderata, tra contrapposizioni incredibili e certe, in un fuoco sostanziale e magico. La parola sarà sempre un veicolo di una vita in continuo mutamento; una sorta di pellegrinaggio misterioso e traslucido.
Tutto e ogni cosa è una minaccia d’eternità.
Il poeta anima sempre una dialettica sottile, per attimi incomprensibili. Anela la solidarietà tra forma ed esistenza, soffre l’imminente bisogno dell’istante, quella fugacità che emerge e si definisce da sé. C’è pienezza nel dramma, estasi e continuazione che danno forza alla poetica per affrontare un mondo assurdo. C’è bisogno di ingenuità. Il piacere di ammirare, di evocare. Si sperimenta tutto a partire dall’infanzia, a partire da tutto ciò che è ludico. Dalla franchezza scopriamo la felicità; confrontiamo la dimora della sopravvivenza contro tutti i dogmi.
Il vero poeta crede nell’incommensurabile, nell’utopia, nella sacra unione del silenzio e della fraternità. Detesta le città, i partiti politici, le combriccole letterarie, gli dei e i padroni. Allo scalpellare il verso offre bellezza non soltanto cristallina, ma ne assegna un contenuto morale.
Buenos Aires, novembre 2012: testo letto durante la presentazione di Poesìa reunida di Carlos Penelas.
Testo originale: Poetica
Traduzione: Francesca Schillaci
© centoParole Magazine – riproduzione riservata
martes, abril 15, 2014
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Le habían colocado en 1974, a través de PAMI, un marcapasos. Tiempo después, todos los que recibieron esa partida del Ministerio de Bienestar Social, murieron de septicemia.
Falleció en mayo de 1978, de septicemia. Le habían colocado en 1974, a través de PAMI, un marcapasos. Tiempo después, todos los que recibieron esa partida del Ministerio de Bienestar Social, murieron de septicemia. Cada uno de los marcapasos fueron reimplantados en otros pacientes, algo impensable, en ningún lugar del mundo se puede hacer algo así. Burocracia y populismo: muerte y corrupción. Contra eso luchó toda su vida.
Rocío estuvo ordenando papeles pues necesitamos otro espacio en la casa. En una valija de cuero, fue revisando -por décima vez- cartas, manuscritos, afiches, direcciones, proclamas. Borradores de relatos y borradores de documentos. Papeles amarillos, papeles cargados de emoción, de sensibilidad. Una parte, muy íntima, seguirá quedando en la biblioteca. La otra fue donada al Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina (CeDinCI).
Vivimos un territorio que se desguasa cotidianamente. Un país sin memoria, con profesionales imbéciles, aspirantes a intelectuales o poetas que balbucean un sólo idioma, profesores incultos, políticos corruptos, sindicalistas que dan asco. Seres sin dignidad, sin formación. Huecos, pero además petulantes. Torpes, pero con dinero mal habido. Sinvergüenzas con veleros y agua mineral. Groseros, de mal gusto. Ordinarios e incultos. Eso vivimos, ese es el monumento que logramos conseguir. Y más, mucho más.
Tuve la fortuna de conocer a Luis Danussi, el papá de Rocío. Un hombre que fue uno de mis orientadores, de los seres humanos que me ayudaron a crecer en la vida, la creación, la belleza, lo ético.
Nació en Bahía Blanca, 1913. Estuvo vinculado al gremio de los gráficos. A los catorce años se moviliza por Sacco y Vanzetti. A los dieciséis se vincula con Bandera Negra. Años después se inclina por los libertarios más radicalizados, La Antorcha . Allí estaba Rodolfo González Pacheco. Los dos tomos de Carteles que están en mi biblioteca, él me los regaló.
Con los años vendrán los nombres de Enrique Balbuena, Diego Abad de Santillán, Fernando Quesada, Maguid, Osvaldo Bayer, Oscar Pereira, Dardo Batuecas, Enrique Palazzo, Aaron Cupit, Francisco Aragón. Y otros, cientos de otros.
Con él se podía hablar de cine o de teatro, recordar Viva la libertad de René Clair o una obra de Cocteau. O un poema Giovanni Pascoli. De Giosuè Carducci o de la FACA, de la Federación Gráfica Argentina o de Rubén Darío. Aquellos hombres hablaban o escribían dos o tres idiomas. En su caso, además del castellano, leía y escribía en italiano y en francés. (Perdóneme, caro lector, la digresión. Mi padre cuidaba cabras en Espenuca, en A Coruña, en 1906. Desde los cinco años, en invierno o en verano. A los once trabajaba en una fábrica de vidrio. A los veintiuno comenzó a leer al príncipe Piotr Kropotkin, a Fedor Dostoievsky, a Arthur Shopenhauer. Siempre conoció dos idiomas: el gallego y el castellano. Eran otros tiempos, otros seres, otras utopías.)
Su nombre estará vinculado con numerosas publicaciones: Reconstruir, Acción Libertaria, Solidaridad Obrera, El Obrero Gráfico, Hombre de América. Participó en huelgas, en manifestaciones, en mitines, en conferencias, en toda acción directa organizada. Fue encarcelado más de una vez durante el gobierno de Perón. El cargo: "Desacato al Presidente". Nos olvidamos, nos olvidamos de muchas cosas. Fue generoso con los jóvenes, amplio en sus actitudes, veraz con sus compañeros y amigos.
Tengo sobre mi escritorio un recibo. Dice: "Recibí del señor Luis Danussi los negativos de la película Amanecer sobre España , en 35 mm., contenidos en seis cilindros de metal, en préstamo, para hacer un nuevo negativo o una copia, si el estado del material lo permite, para ser devueltos a la brevedad y aconsejar lo que los técnicos recomiendan respecto a la conveniencia o no de conservar este material por su alta peligrosidad. Todos los gastos de las copias, examen técnico, etc. son por nuestro exclusivo cargo, lo mismo que los riesgos inherentes a su manejo. Buenos Aires, diciembre 26 de 1975. Firmado: Diego Abad de Santillán." Un documento de un valor incalculable. Fue Luis Danussi quien recibió esta película, en el puerto de Buenos Aires, durante la Guerra Civil Española. Este documental es el único que se hizo, realizado - es fundamental aclararlo- por los anarquistas. Morir en Madrid de Frédéric Rossif , excelente film, toma casi un cuarenta por ciento de Amanecer sobre España. Este documental la iba a ver, muchos años después, una niña de bucles mientras entregaba volantes contra el fascismo. Sí, generoso leedor, Rocío.
Una vez quiso escribir un cuento policial. Lo hizo y se presentó a un concurso de importancia, el de la revista Life. Cerca de dos mil concursantes de diversos países hispanoamericanos. El premio lo obtuvo un joven escritor argentino: Marco Denevi. En el puesto número diez figuraba un relato, El encendedor, de un autor desconocido: Luis Danussi.
Con Rocío, emocionados, íbamos releyendo esos originales. Cartas de Luis Franco, cartas de Danussi a Raimundo Ongaro, discusiones, diferencias, dolor. Cartas de Juan Antonio Solari, documentación para realizar un homenaje a Rafael Barret, evocaciones de picnics, certificados y diplomas de haber estudiado idiomas, apuntes de viajes a Chile, a EE.UU. o Uruguay. Conferencias sobre sindicalismo, reflexiones sobre autores, sobre diccionarios. Pequeños planos de reformas en su casa de Villa Domínico, presupuestos.
Ahora, sobre mi escritorio, una pequeña agenda. Observo con atención su letra menuda. Nombres y teléfonos, direcciones. De compañeros, de amigos, de familiares. De algunos vecinos. Entre ellos algunos con los que mantuvo correspondencia. Helmut Rüdiger, Lostigen 11, Stokolm, Suerige. Carlos Rama, Coronel Alegre 1340, Montevidero, Uruguay. Barcos, Francia 1771, Cerro, Montevideo, Uruguay. Gastón Leval, Mm. Liegois, 115 Av. Nevilly, Nevilly S. Seine, París. Albert Camus, Nouvelle Revue Francaise, 5 Rue Sébastian-Bottin, París, 7.
Un anarco-sindicalista. Un hombre que viajaba en colectivo, en tren. Un ciudadano que atendía las tareas escolares de sus hijos, las cuentas del almacén, los cumpleaños de sus familiares. Un hombre honesto, sin recursos económicos. Buen mozo, fuerte, de ojos claros, de cabello canoso, simpático, de buen carácter. Fumaba dos atados de cigarrillos por día. No bebía alcohol. Un orador brillante, un ser especial. Anarquista, sindicalista. Vivió de su trabajo, en los talleres gráficos. Después de ser secretario general, a los dos años regresó a la rutina del taller. Para no hacer el servicio militar fue croto. No se casó por iglesia; no tenía iglesias. No era sectario ni dogmático.
Falleció en mayo de 1978, de septicemia. Le habían colocado en 1974, a través de PAMI, un marcapasos. Tiempo después, todos los que recibieron esa partida del Ministerio de Bienestar Social, murieron de septicemia. Cada uno de los marcapasos fueron reimplantados en otros pacientes, algo impensable, en ningún lugar del mundo se puede hacer algo así. Burocracia y populismo: muerte y corrupción. Contra eso luchó toda su vida.
Fui testigo de su cremación. El otro testigo fue Aldo Casanova, un viejo militante libertario. Hijo de Antonio Casanova, anarquista, nacido en Betanzos a finales del siglo XIX. El azar o el destino, como usted crea.
De origen italiano, amaba la libertad. Sin fronteras. Amaba a España, y naturalmente, a Galicia. Su compañera, María Celsa Rodríguez, era de Quintela de Leirado. Celanova, Ourense. Tuvo dos hijos, Rocío y Ariel.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 19 de septiembre de 2008
Falleció en mayo de 1978, de septicemia. Le habían colocado en 1974, a través de PAMI, un marcapasos. Tiempo después, todos los que recibieron esa partida del Ministerio de Bienestar Social, murieron de septicemia. Cada uno de los marcapasos fueron reimplantados en otros pacientes, algo impensable, en ningún lugar del mundo se puede hacer algo así. Burocracia y populismo: muerte y corrupción. Contra eso luchó toda su vida.
Rocío estuvo ordenando papeles pues necesitamos otro espacio en la casa. En una valija de cuero, fue revisando -por décima vez- cartas, manuscritos, afiches, direcciones, proclamas. Borradores de relatos y borradores de documentos. Papeles amarillos, papeles cargados de emoción, de sensibilidad. Una parte, muy íntima, seguirá quedando en la biblioteca. La otra fue donada al Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina (CeDinCI).
Vivimos un territorio que se desguasa cotidianamente. Un país sin memoria, con profesionales imbéciles, aspirantes a intelectuales o poetas que balbucean un sólo idioma, profesores incultos, políticos corruptos, sindicalistas que dan asco. Seres sin dignidad, sin formación. Huecos, pero además petulantes. Torpes, pero con dinero mal habido. Sinvergüenzas con veleros y agua mineral. Groseros, de mal gusto. Ordinarios e incultos. Eso vivimos, ese es el monumento que logramos conseguir. Y más, mucho más.
Tuve la fortuna de conocer a Luis Danussi, el papá de Rocío. Un hombre que fue uno de mis orientadores, de los seres humanos que me ayudaron a crecer en la vida, la creación, la belleza, lo ético.
Nació en Bahía Blanca, 1913. Estuvo vinculado al gremio de los gráficos. A los catorce años se moviliza por Sacco y Vanzetti. A los dieciséis se vincula con Bandera Negra. Años después se inclina por los libertarios más radicalizados, La Antorcha . Allí estaba Rodolfo González Pacheco. Los dos tomos de Carteles que están en mi biblioteca, él me los regaló.
Con los años vendrán los nombres de Enrique Balbuena, Diego Abad de Santillán, Fernando Quesada, Maguid, Osvaldo Bayer, Oscar Pereira, Dardo Batuecas, Enrique Palazzo, Aaron Cupit, Francisco Aragón. Y otros, cientos de otros.
Con él se podía hablar de cine o de teatro, recordar Viva la libertad de René Clair o una obra de Cocteau. O un poema Giovanni Pascoli. De Giosuè Carducci o de la FACA, de la Federación Gráfica Argentina o de Rubén Darío. Aquellos hombres hablaban o escribían dos o tres idiomas. En su caso, además del castellano, leía y escribía en italiano y en francés. (Perdóneme, caro lector, la digresión. Mi padre cuidaba cabras en Espenuca, en A Coruña, en 1906. Desde los cinco años, en invierno o en verano. A los once trabajaba en una fábrica de vidrio. A los veintiuno comenzó a leer al príncipe Piotr Kropotkin, a Fedor Dostoievsky, a Arthur Shopenhauer. Siempre conoció dos idiomas: el gallego y el castellano. Eran otros tiempos, otros seres, otras utopías.)
Su nombre estará vinculado con numerosas publicaciones: Reconstruir, Acción Libertaria, Solidaridad Obrera, El Obrero Gráfico, Hombre de América. Participó en huelgas, en manifestaciones, en mitines, en conferencias, en toda acción directa organizada. Fue encarcelado más de una vez durante el gobierno de Perón. El cargo: "Desacato al Presidente". Nos olvidamos, nos olvidamos de muchas cosas. Fue generoso con los jóvenes, amplio en sus actitudes, veraz con sus compañeros y amigos.
Tengo sobre mi escritorio un recibo. Dice: "Recibí del señor Luis Danussi los negativos de la película Amanecer sobre España , en 35 mm., contenidos en seis cilindros de metal, en préstamo, para hacer un nuevo negativo o una copia, si el estado del material lo permite, para ser devueltos a la brevedad y aconsejar lo que los técnicos recomiendan respecto a la conveniencia o no de conservar este material por su alta peligrosidad. Todos los gastos de las copias, examen técnico, etc. son por nuestro exclusivo cargo, lo mismo que los riesgos inherentes a su manejo. Buenos Aires, diciembre 26 de 1975. Firmado: Diego Abad de Santillán." Un documento de un valor incalculable. Fue Luis Danussi quien recibió esta película, en el puerto de Buenos Aires, durante la Guerra Civil Española. Este documental es el único que se hizo, realizado - es fundamental aclararlo- por los anarquistas. Morir en Madrid de Frédéric Rossif , excelente film, toma casi un cuarenta por ciento de Amanecer sobre España. Este documental la iba a ver, muchos años después, una niña de bucles mientras entregaba volantes contra el fascismo. Sí, generoso leedor, Rocío.
Una vez quiso escribir un cuento policial. Lo hizo y se presentó a un concurso de importancia, el de la revista Life. Cerca de dos mil concursantes de diversos países hispanoamericanos. El premio lo obtuvo un joven escritor argentino: Marco Denevi. En el puesto número diez figuraba un relato, El encendedor, de un autor desconocido: Luis Danussi.
Con Rocío, emocionados, íbamos releyendo esos originales. Cartas de Luis Franco, cartas de Danussi a Raimundo Ongaro, discusiones, diferencias, dolor. Cartas de Juan Antonio Solari, documentación para realizar un homenaje a Rafael Barret, evocaciones de picnics, certificados y diplomas de haber estudiado idiomas, apuntes de viajes a Chile, a EE.UU. o Uruguay. Conferencias sobre sindicalismo, reflexiones sobre autores, sobre diccionarios. Pequeños planos de reformas en su casa de Villa Domínico, presupuestos.
Ahora, sobre mi escritorio, una pequeña agenda. Observo con atención su letra menuda. Nombres y teléfonos, direcciones. De compañeros, de amigos, de familiares. De algunos vecinos. Entre ellos algunos con los que mantuvo correspondencia. Helmut Rüdiger, Lostigen 11, Stokolm, Suerige. Carlos Rama, Coronel Alegre 1340, Montevidero, Uruguay. Barcos, Francia 1771, Cerro, Montevideo, Uruguay. Gastón Leval, Mm. Liegois, 115 Av. Nevilly, Nevilly S. Seine, París. Albert Camus, Nouvelle Revue Francaise, 5 Rue Sébastian-Bottin, París, 7.
Un anarco-sindicalista. Un hombre que viajaba en colectivo, en tren. Un ciudadano que atendía las tareas escolares de sus hijos, las cuentas del almacén, los cumpleaños de sus familiares. Un hombre honesto, sin recursos económicos. Buen mozo, fuerte, de ojos claros, de cabello canoso, simpático, de buen carácter. Fumaba dos atados de cigarrillos por día. No bebía alcohol. Un orador brillante, un ser especial. Anarquista, sindicalista. Vivió de su trabajo, en los talleres gráficos. Después de ser secretario general, a los dos años regresó a la rutina del taller. Para no hacer el servicio militar fue croto. No se casó por iglesia; no tenía iglesias. No era sectario ni dogmático.
Falleció en mayo de 1978, de septicemia. Le habían colocado en 1974, a través de PAMI, un marcapasos. Tiempo después, todos los que recibieron esa partida del Ministerio de Bienestar Social, murieron de septicemia. Cada uno de los marcapasos fueron reimplantados en otros pacientes, algo impensable, en ningún lugar del mundo se puede hacer algo así. Burocracia y populismo: muerte y corrupción. Contra eso luchó toda su vida.
Fui testigo de su cremación. El otro testigo fue Aldo Casanova, un viejo militante libertario. Hijo de Antonio Casanova, anarquista, nacido en Betanzos a finales del siglo XIX. El azar o el destino, como usted crea.
De origen italiano, amaba la libertad. Sin fronteras. Amaba a España, y naturalmente, a Galicia. Su compañera, María Celsa Rodríguez, era de Quintela de Leirado. Celanova, Ourense. Tuvo dos hijos, Rocío y Ariel.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 19 de septiembre de 2008
lunes, abril 14, 2014
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Durante muchos años se entendió por novela “una epopeya en prosa”. Estamos hablando de la novela caballeresca o de la novela realista. Podemos dar diversas definiciones. Una: Albert Thibaudet llama a la novela “antología de lo posible”. Obviamente esta definición excluía a las fantásticas. Otra: André Maurois escribió acerca de la novela: “Nosotros pedimos a la novela un universo de socorros, en el cual pudiéramos buscar emociones verdaderas y encontrar personajes inteligibles y un destino a la medida del hombre”. Maurois nos dice simplemente que la novela aborda un conjunto de sucesos posibles y verosímiles, pero que no siempre son exactos.
Al leer La música del azar de Paul Auster nos encontramos con casi todos estos signos con fluidez de lenguaje, cierta temporalidad expuesta en paralelismos, hechos cotidianos que nos envuelven con la zozobra del destino o del azar. Lleva, además, desde las primeras páginas, el tópico de las novelas americanas clásicas: un individuo que deja una vida atrás y emprende un viaje sin destino fijo. En esa carretera (donde el ex bombero de Boston escucha a Mozart y a Bach) el camino es la soledad, la existencia hacia lo incierto.
Una obra literaria -lo hemos repetido hasta el cansancio- es un viaje. La Odisea, El Quijote, La Divina Comedia, Veinte mil leguas de viaje submarino, Ulises, La invención de Morel, Pinocchio, Caperucita Roja, El conde de Montecristo, Las mil y una noches, Bola de sebo…
En La música del azar vemos las limitaciones de la libertad, el asedio de un mundo, lo aleatorio y la causalidad, el sueño americano, una narrativa que elude las expectativas del lector, una búsqueda incesante donde predomina la espontaneidad y no lo deliberado.
Podemos señalar ciertas fuentes: Kafka, Beckett, Ionesco, Hemingway, London, y en alguna medida Flaubert (Bouvard y Pecuchet) y por supuesto la propia trayectoria de Auster. Es imposible no aludir -por el clima, por la atmósfera, por el desaliento- a Raymond Carver y a Cormac McCarthy.
Creemos que podemos mencionar el final del prólogo de El último lector, de Ricardo Piglia, donde manifiesta: “…lo que podemos imaginar y siempre existe, en otra escala, en otro tiempo, nítido y lejano, igual que en un sueño”.
Jim Nashe y Jack Pozzi son individuos que se complementan, que se necesitan; ambos llevan la fantasía y la sensibilidad más allá de la razón. Imposible la realidad de uno sin el otro, el destino de uno sin el otro. El lector experimenta también desconcierto al no hallar relaciones directas o lógicas. Pero las hay, están en el medio social, en la actitud psicológica de ellos pero ocultas en alguna medida en una estructura social. Esa carrera nocturna, esa velocidad por el vacío, ese juego de cartas, ese trabajo alucinante de levantar un muro, esos dos millonarios que conocen, genera desasosiego, urgencia, un volver a empezar. Todo esto con ironía, iniquidad, poética parquedad, virtuosismo de expresión.
Entre las lecturas sesgadas que es imprescindible realizar se encuentra el mundo femenino: el de Auster es similar al de Raymond Chandler; análogo al de muchas novelas policiales. Ellas destruyen el valor y la integridad del varón, las mujeres prostituyen. Marlowe vive solo y toma whisky. Jim y Jack se relacionan con prostitutas o con una esposa que lo abandona, como en el caso de Jim.
Esta significativa novela contemporánea nos lleva a analizar lo subjetivo, el auge de la arbitrariedad, la hegemonía del subconsciente. Detrás, sospechamos, las vigilias armadas, los genocidios, la agonía, las guerras, las crisis económicas. Una literatura de esta magnitud posee lirismo pero también una simbología que obliga al ser humano a mirar su mundo interior con la misma avidez que observa y considera el exterior.
Esta angustia no paraliza la acción, la promueve. La angustia es parte del camino, de la elección. No hay amor en sí, los otros son parte de mi existir. Tal vez debamos retomar a Sartre: “Sin libertad no hay responsabilidad; sin responsabilidad no hay literatura”.
Carlos Penelas
Buenos Aires, abril de 2014
The music of chance: an epic prose
Trough out the years the novel was understood as an “epic prose”. We mean by that, chivalry or realistic novels. We could give a number of definitions. One: Albert Thibaudet calls the novel an ”anthology of the possible”, this definition obviously excludes the fantastic novel. Another definition: Andre Maurois writes about the novel: “we ask the novel to give us a universe of relief, where we could find true emotions, intelligible characters, and find a destination made to measure men. Maurois tells us simply that the novel deals with a set of possible and plausible events, but not always accurate.
When we read Paul Auster´s The music of chance we find almost every sign of language fluency, temporality exposed in same parallels, daily events that surround us with the anxiety of fate or chance. It also carries, from the first pages, the topic of classic American novels: an individual who leaves a life behind, and embarks on a journey with no destination. In that road, (where the former Boston fireman listens to Mozart and Bach) the path is loneliness, the existence towards the uncertain.
A literary work- we have repeated until boredom- is a journey. The Odyssey, Don Quixote, The Divine Comedy, Twenty Thousand Leagues Under the Sea, Ulysses, The Invention of Morel, Pinocchio, Red Riding Hood, The Count of Monte Cristo, The Arabian Nights, Suet Ball ...
In The music of chance we see limitations of freedom, the siege of a world, randomness and causality, the American dream, a narrative that avoids the expectations of the reader, a relentless pursuit where spontaneity and not deliberate predominates.
We allow ourselves to point certain influences: Kafka, Beckett, Ionesco, Hemingway, London, and in some extent Flaubert (Bouvard y Pecuchet) and of course Auster´s own path. It is impossible not to allude because of the climate, the atmosphere, discouragement, to Raymond Carver and Cormac McCarthy. We could also mention the prologue or Ricardo Piglia's The last reader where he says: ... What we can imagine and is always there, on another scale, once, clear and distant, as in a dream."
Jim Nashe and Jack Possi are complementary individuals, they need each other, and both take fantasy and sensitivity beyond reason. It seems impossible the reality of one without the other, the fate of one without the other. The reader experiences also puzzled to find no direct or logical relations. But there are, they exist in the social environment, the psychological attitude of them but somewhat hidden in a social structure. That night race, the speed for emptiness, the card game, the amazing work of building up a wall, those two millionaires they meet, generates anxiety, urgency, a feeling of starting over. All this with irony, iniquity, poetic brevity, and virtuosity of expression.
Among the biased readings that is essential to perform who find the female world: Auster is similar to Raymond Chandler, analogous to many crime novels. They destroy the value and integrity of the male, female prostitutes. Marlowe lives alone and drinks whiskey. Jim and Jack are associated with prostitutes or with a wife leaving him, as in the case of Jim.
This significant contemporary novel leads us to analyze the subjective, the rise of arbitrariness, the hegemony of the subconscious. Behind that, we suspect, the armed vigils, genocide, the agony, the wars, the economic crisis. A literature of this magnitude has lyricism but also certain symbolism that requires us, as humans, to look at our inner world with the same avidity that we observe and consider the outer being.
This fear does not paralyze the action, instead it promotes it. Anxiety is part of the way, of the choice. There´s no love in itself, the others are part of my existence. Maybe we should return to Sartre: "Without freedom there is no responsibility, without responsibility there is no literature."
Carlos Penelas
Buenos Aires, april 2014
Traducción: Eugenia Limeses.
Al leer La música del azar de Paul Auster nos encontramos con casi todos estos signos con fluidez de lenguaje, cierta temporalidad expuesta en paralelismos, hechos cotidianos que nos envuelven con la zozobra del destino o del azar. Lleva, además, desde las primeras páginas, el tópico de las novelas americanas clásicas: un individuo que deja una vida atrás y emprende un viaje sin destino fijo. En esa carretera (donde el ex bombero de Boston escucha a Mozart y a Bach) el camino es la soledad, la existencia hacia lo incierto.
Una obra literaria -lo hemos repetido hasta el cansancio- es un viaje. La Odisea, El Quijote, La Divina Comedia, Veinte mil leguas de viaje submarino, Ulises, La invención de Morel, Pinocchio, Caperucita Roja, El conde de Montecristo, Las mil y una noches, Bola de sebo…
En La música del azar vemos las limitaciones de la libertad, el asedio de un mundo, lo aleatorio y la causalidad, el sueño americano, una narrativa que elude las expectativas del lector, una búsqueda incesante donde predomina la espontaneidad y no lo deliberado.
Podemos señalar ciertas fuentes: Kafka, Beckett, Ionesco, Hemingway, London, y en alguna medida Flaubert (Bouvard y Pecuchet) y por supuesto la propia trayectoria de Auster. Es imposible no aludir -por el clima, por la atmósfera, por el desaliento- a Raymond Carver y a Cormac McCarthy.
Creemos que podemos mencionar el final del prólogo de El último lector, de Ricardo Piglia, donde manifiesta: “…lo que podemos imaginar y siempre existe, en otra escala, en otro tiempo, nítido y lejano, igual que en un sueño”.
Jim Nashe y Jack Pozzi son individuos que se complementan, que se necesitan; ambos llevan la fantasía y la sensibilidad más allá de la razón. Imposible la realidad de uno sin el otro, el destino de uno sin el otro. El lector experimenta también desconcierto al no hallar relaciones directas o lógicas. Pero las hay, están en el medio social, en la actitud psicológica de ellos pero ocultas en alguna medida en una estructura social. Esa carrera nocturna, esa velocidad por el vacío, ese juego de cartas, ese trabajo alucinante de levantar un muro, esos dos millonarios que conocen, genera desasosiego, urgencia, un volver a empezar. Todo esto con ironía, iniquidad, poética parquedad, virtuosismo de expresión.
Entre las lecturas sesgadas que es imprescindible realizar se encuentra el mundo femenino: el de Auster es similar al de Raymond Chandler; análogo al de muchas novelas policiales. Ellas destruyen el valor y la integridad del varón, las mujeres prostituyen. Marlowe vive solo y toma whisky. Jim y Jack se relacionan con prostitutas o con una esposa que lo abandona, como en el caso de Jim.
Esta significativa novela contemporánea nos lleva a analizar lo subjetivo, el auge de la arbitrariedad, la hegemonía del subconsciente. Detrás, sospechamos, las vigilias armadas, los genocidios, la agonía, las guerras, las crisis económicas. Una literatura de esta magnitud posee lirismo pero también una simbología que obliga al ser humano a mirar su mundo interior con la misma avidez que observa y considera el exterior.
Esta angustia no paraliza la acción, la promueve. La angustia es parte del camino, de la elección. No hay amor en sí, los otros son parte de mi existir. Tal vez debamos retomar a Sartre: “Sin libertad no hay responsabilidad; sin responsabilidad no hay literatura”.
Carlos Penelas
Buenos Aires, abril de 2014
The music of chance: an epic prose
Trough out the years the novel was understood as an “epic prose”. We mean by that, chivalry or realistic novels. We could give a number of definitions. One: Albert Thibaudet calls the novel an ”anthology of the possible”, this definition obviously excludes the fantastic novel. Another definition: Andre Maurois writes about the novel: “we ask the novel to give us a universe of relief, where we could find true emotions, intelligible characters, and find a destination made to measure men. Maurois tells us simply that the novel deals with a set of possible and plausible events, but not always accurate.
When we read Paul Auster´s The music of chance we find almost every sign of language fluency, temporality exposed in same parallels, daily events that surround us with the anxiety of fate or chance. It also carries, from the first pages, the topic of classic American novels: an individual who leaves a life behind, and embarks on a journey with no destination. In that road, (where the former Boston fireman listens to Mozart and Bach) the path is loneliness, the existence towards the uncertain.
A literary work- we have repeated until boredom- is a journey. The Odyssey, Don Quixote, The Divine Comedy, Twenty Thousand Leagues Under the Sea, Ulysses, The Invention of Morel, Pinocchio, Red Riding Hood, The Count of Monte Cristo, The Arabian Nights, Suet Ball ...
In The music of chance we see limitations of freedom, the siege of a world, randomness and causality, the American dream, a narrative that avoids the expectations of the reader, a relentless pursuit where spontaneity and not deliberate predominates.
We allow ourselves to point certain influences: Kafka, Beckett, Ionesco, Hemingway, London, and in some extent Flaubert (Bouvard y Pecuchet) and of course Auster´s own path. It is impossible not to allude because of the climate, the atmosphere, discouragement, to Raymond Carver and Cormac McCarthy. We could also mention the prologue or Ricardo Piglia's The last reader where he says: ... What we can imagine and is always there, on another scale, once, clear and distant, as in a dream."
Jim Nashe and Jack Possi are complementary individuals, they need each other, and both take fantasy and sensitivity beyond reason. It seems impossible the reality of one without the other, the fate of one without the other. The reader experiences also puzzled to find no direct or logical relations. But there are, they exist in the social environment, the psychological attitude of them but somewhat hidden in a social structure. That night race, the speed for emptiness, the card game, the amazing work of building up a wall, those two millionaires they meet, generates anxiety, urgency, a feeling of starting over. All this with irony, iniquity, poetic brevity, and virtuosity of expression.
Among the biased readings that is essential to perform who find the female world: Auster is similar to Raymond Chandler, analogous to many crime novels. They destroy the value and integrity of the male, female prostitutes. Marlowe lives alone and drinks whiskey. Jim and Jack are associated with prostitutes or with a wife leaving him, as in the case of Jim.
This significant contemporary novel leads us to analyze the subjective, the rise of arbitrariness, the hegemony of the subconscious. Behind that, we suspect, the armed vigils, genocide, the agony, the wars, the economic crisis. A literature of this magnitude has lyricism but also certain symbolism that requires us, as humans, to look at our inner world with the same avidity that we observe and consider the outer being.
This fear does not paralyze the action, instead it promotes it. Anxiety is part of the way, of the choice. There´s no love in itself, the others are part of my existence. Maybe we should return to Sartre: "Without freedom there is no responsibility, without responsibility there is no literature."
Carlos Penelas
Buenos Aires, april 2014
Traducción: Eugenia Limeses.
lunes, abril 07, 2014
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El sábado 29 de marzo a las 16 horas, en Severino Langeri 3134, Santos Lugares, Mario Sábato abrió las puertas a los amigos, lectores y vecinos para recorrer la casa del escritor.
Gracias a la generosidad, el esfuerzo y al afecto de Mario y de la arquitecta Luciana Sábato, hija del cineasta, en breve se inaugurará la Casa Ernesto Sábato, "un museo vivo".
Esa tarde, inolvidable, evocamos con profunda emoción "la casa de Matilde y de Ernesto".
Gracias a la generosidad, el esfuerzo y al afecto de Mario y de la arquitecta Luciana Sábato, hija del cineasta, en breve se inaugurará la Casa Ernesto Sábato, "un museo vivo".
Esa tarde, inolvidable, evocamos con profunda emoción "la casa de Matilde y de Ernesto".
viernes, abril 04, 2014
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