Casida del recuerdo
el mundo no es nada más que viento y fábula
Rudaki
Foto: Emiliano Penelas |
Me llamaste Will Kane. Y acaricié tu frente.
Pero no supe qué decir y callé. Más tarde,
con el destello del silencio fui palabra.
Comprendí que mi destino era evocar
aquellos ojos venturosos, intemporales.
Cualquier sueño daría por esa noche
sin casa, en ese viento del mundo
que llega hoy en brisa, invisible.
Acariciando tu pubis en el insomnio,
-recordándote medio desnuda en el balcón-
condenado a regresar donde no hay nada.
.
Luego, dos preguntas del desasosiego.
¿Hasta dónde llegarás sin mí?
¿Quién podrá decir lo retenido?
Carlos Penelas
Buenos Aires, septiembre de 2024
Pero no supe qué decir y callé. Más tarde,
con el destello del silencio fui palabra.
Comprendí que mi destino era evocar
aquellos ojos venturosos, intemporales.
Cualquier sueño daría por esa noche
sin casa, en ese viento del mundo
que llega hoy en brisa, invisible.
Acariciando tu pubis en el insomnio,
-recordándote medio desnuda en el balcón-
condenado a regresar donde no hay nada.
.
Luego, dos preguntas del desasosiego.
¿Hasta dónde llegarás sin mí?
¿Quién podrá decir lo retenido?
Carlos Penelas
Buenos Aires, septiembre de 2024
0 comments